El sometido ha de dirigirse en todo momento y ocasión de forma respetuosa, pero humilde y afable, es decir con corrección, tanto a otros seres sumisos, como a los Dominantes con los que pueda, si su Dominante se lo tiene permitido, entablar conversación. Este trato ha de ser siempre agradable, es decir, sin salidas de tono, usos demasiado informales o cualquier otro tipo de forma de expresión que pueda ser inadecuado, aunque por norma, sobre todo en presencia exclusiva de su Am@, deberá guardar silencio, observar y estar atento, procurando aprender de quien le rodee, pero sin interferir a menos que le sea requerido expresamente, y por lo general, pidiendo antes permiso a su amo, ya sea mediante una mirada o un gesto.
Si tuviera necesidad de preguntar algo o hacer alguna aclaración, es preferible siempre, pedir permiso antes al Am@, buscando el momento adecuado y tratando de no interrumpir.
Si tuviera necesidad de preguntar algo o hacer alguna aclaración, es preferible siempre, pedir permiso antes al Am@, buscando el momento adecuado y tratando de no interrumpir.
Durante la sesión, generalmente el ser sumiso se hallará en silencio, atento y concentrado, a petición de su Am@ podrá expresarse de formas diferentes, (con exquisita suavidad o lenguaje vulgar y extremo, humillándose a si mismo o a otros, siempre con adoración hacia su Dominante) para magnificar las sensaciones.
Podrá gemir, suplicar, rogar, gritar etc mientras su Dominante lo autorice, pero a sabiendas de que, si ése día no es de su agrado, el Dominante podrá amordazarlo sin más.
Podrá gemir, suplicar, rogar, gritar etc mientras su Dominante lo autorice, pero a sabiendas de que, si ése día no es de su agrado, el Dominante podrá amordazarlo sin más.
Cada Dominante explicará detalladamente a su ser sumiso sus preferencias en cuanto al tratamiento que desea recibir; Am@, Señor/a, Maestro/a, Tutor/a, Master o Misstress, de “usted”, con tuteo pero de forma respetuosa siempre, etc. y en qué momento y situación.
El grado de rigidez en el uso de un cierto ritual protocolario depende del Dominante, pero a menudo y sobre todo al comienzo de la relación, unas normas claras al respecto ayudan al ser sumiso a entrar en situación y tomar conciencia de su condición, por lo que es recomendable, hacer uso de ciertas normas básicas desde el principio a fin de que el sumiso las incorpore cuanto antes a su forma natural de expresarse y proceder, lo que le dará seguridad para conversar, dentro de unos limites correctos, tanto con su Dominante como con otras personas presentes, sin temor a defraudar a su Dominante.
El grado de rigidez en el uso de un cierto ritual protocolario depende del Dominante, pero a menudo y sobre todo al comienzo de la relación, unas normas claras al respecto ayudan al ser sumiso a entrar en situación y tomar conciencia de su condición, por lo que es recomendable, hacer uso de ciertas normas básicas desde el principio a fin de que el sumiso las incorpore cuanto antes a su forma natural de expresarse y proceder, lo que le dará seguridad para conversar, dentro de unos limites correctos, tanto con su Dominante como con otras personas presentes, sin temor a defraudar a su Dominante.
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Nota: Las imágenes que acompañan esta entrada son ilustraciones obtenidas de la RED.
Sus conocimientos y enseñanzas son una religión para quienes queremos adentrarnos en el bdsm de la mano de una mistress de verdad. gracias.
ResponderEliminarSu palabra es la guía y altavoz de recordarnos nuestra condición sumisa ante nuestro ser superior a quien debemos obediencia, entrega de nuestro cuerpo y alma con el único y gran objetivo de satisfacer a nuestra Dómina. Señora: Gracias por hacerme sentir todos los días mi condición de sumiso y sentirme propiedad Suya. Sentir que soy Su juguete, Su objeto mascota, sentir que adoro cada milímetro de Su bello,femenino,delicado cuerpo y Su poderoso poder femenino que me arrodilla y me hace rogar que me use cuando usted lo necesite. Sentir que soy Su perrito lamedor que deja reluciente Su bonito calzado fetichista de importación. Sentir que soy Su prisionero esclavo mínimo que duerme con un collar y con cadenas que me coloca usted como parte de mi vestimenta de esclavo. Sentir que mi lengua sirve para lamer aquello que usted desea o necesita, sentir que mi sexo le pertenece y controla mi placer amoldándolo a Sus gustos y aprendo a educarlo a Sus necesidades. Sentir que soy Su reposapies y su esclavo que le sirve la cena y la observa feliz mientras degusta su agradable sabor y sabiendo que me dará de comer restos y después de que termine mi Ama, sentir que el placer de mi Ama está en restringirme los sentidos con bondage y privación sensorial para hacerme recordar la melodía de Su voz mientras no la escucho y Ella duerme cerca de mi. Me siento y vivo lo que soy gracias a usted, Mi Señora. A usted me debo y para usted vivo.
ResponderEliminarBeso Sus pies suaves y preciosos con humildad y sumisión.
esclavo mínimo, tus palabras son intensas, y ganarán valor el día que estés por primera vez bajo mis pies.
ResponderEliminarNunca olvides que el único destino posible para tu lengua son mis botas, y en momentos de fortuna, mis pies, y allí es donde se dirigirá cuando Yo la requiera.
... y tu miembro "viril".... objeto de torturas más que placer... y mi antojo será tu castidad contínua y perpetua... o por qué no... ingnorarlo por completo... inexistente.
Tus aspiraciones son muy ambiciosas... pero hay que aprender a andar antes que a volar.
Un saludo y sigue esforzándote... ya llegará el día en que mis manos controlen completamente tus sentidos.