En BDSM existe una necesidad de asumir el juego de poder en el erotismo, aunque entre todo tipo de relación entre dos personas que interactúen hay que negociar las diferencias, donde si se evitan o niegan los conflictos, se produce la distanciación emocional, el resentimiento y a menudo un cuerpo tenso y a la defensiva, pudiéndose ignorar fijando y manteniendo rígidamente roles claros. Una persona domina y la otra se somete; es automático. Aunque muchas relaciones se estructuran de esta forma, muy pocas parejas están verdaderamente satisfechas con tal inflexibilidad. Incluso aquellos que de forma consistente se inclinan por un papel u otro eventualmente desean la libertad de cambiar de la posición asignada de vez en cuando. Para tener iniciativas creativas debemos sentir que nuestros deseos, decisiones y acciones tienen algún efecto. La gente que ve al poder solamente en forma negativa es incapaz de dejar atrás los planteamientos infantiles y enfrentarse al mundo de deseos en conflicto. Para el funcionamiento eficaz en las relaciones entre adultos es necesario darse cuenta de que todos somos capaces de utilizar el poder tanto creativa como destructivamente. Otra manifestación sería la incapacidad para examinar el papel de los intercambios de poder en nuestra esfera sexual. La investigación de los factores que juegan entre el poder y el erotismo es importante para los practicantes del placer anal, debido a que, al menos en la imaginación pública, la penetración anal está ligada claramente a la dominancia y la sumisión, lo cual estimula a pensar y discutir acerca de la multitud de maneras en las que el erotismo anal puede positiva o negativamente interrelacionarse con la dinámica de poder en nuestras relaciones, fantasías y estilos eróticos.Un símbolo de poder puede ser prácticamente cualquier característica física o rasgo de la personalidad a través del cual una persona invierte en poder o toma poder de otra. Muchos de nosotros intentamos compensar nuestras debilidades aparentes o percibidas jugando con ventaja con nuestros puntos fuertes, en ocasiones con tal sutileza que incluso nosotros mismos no nos apercibimos de que lo estamos haciendo. Pero otros, de forma deliberada, manifiestan abiertamente su vulnerabilidad; prefieren ver a sus parejas como más fuertes o superiores. Todo ello se complica al máximo si tenemos en cuenta que la percepción puede ser la contraria. Puede haber tanto riesgos como beneficios cuando se expresa este proceso de forma más consciente. Así pues abriendo nuestros ojos a la dinámica interior de las relaciones interpersonales de poder, podremos abrir el camino a una interacción más honesta, con menos manipulaciones escondidas. Además, hablar activamente y de forma abierta del lenguaje simbólico del poder, puede permitir usar este mismo lenguaje de forma deliberada para el enriquecimiento erótico.
Nota: Las imágenes que acompañan esta entrada son ilustraciones obtenidas de la RED.
Estoy de acuerdo con todo!
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