La Navidad ya está finalmente aquí, y nosotros buscamos la combinación perfecta entre tradición y pasión “bedesemera”.
Dicha combinación puede ser difícil de conseguir para muchas personas; mientras que el BDSM es una parte importante de nuestras vidas, la Navidad no es normalmente un momento en que se tengan pensamientos “perversos”. Sin embargo, esto puede cambiar ahora, pues hay un montón de ideas y cosas divertidas que se pueden combinar para mantener y disfrutar de esa relación BDSM en estas fechas.
Por ejemplo, no hay nada más divertido que ver a un sumiso/a retorcerse sensualmente; mejor aún verlos retorcerse en público, de forma pseudos-sádica. El placer de ver sus leves espasmos, con el conocimiento privado del motivo, resulta excitante. Nada mejor para ello que obligarle a usar ropa interior vibradora u otros dispositivos similares que inundan el mercado, manteniendo el control del mismo con el mando a distancia. Darles un pequeño zumbido o una larga vibración cada vez que se desee, durante un almuerzo, mientras se escoge un regalo de Navidad para un familiar o amigo, o en esa velada de risas y buena compañía.Muchas parejas que participan del BDSM suelen disfrutar con el control y negación del orgasmo del dominante a su sumiso/a, gobernando su clímax… y no hay mejor lugar que en público!!! Es probable que el sumiso/a haga todo lo posible por no tener un orgasmo en medio de El Corte Inglés o en una reunión social, siendo una gran excusa para construir su autocontrol.
Otra gran idea es jugar con las sensaciones, una de las actividades más populares del BDSM. Se puede adaptar el nivel del juego según las necesidades, ofreciendo sensaciones físicas distintas, jugar con plumas, frío y calor, texturas, y probablemente relegando los latigazos y azotes a otras ocasiones, y centrarse en lo inesperado; agregar una venda a los ojos y sumergirse en la sensación del cautiverio. También una escapada temática puede ser maravillosa para sentir plenamente la dominación y la servidumbre. Pese a la idea de cosquillas con plumas y castigar la piel de múltiples maneras, en esas veladas hay que aprovechar para experimentar algo más “navideño”.
Esencialmente, cualquier cosa puede ser colocada en la boca de los sumisos, dependiendo del dominante su alimentación… galletitas de azúcar, pastel de frutas, o nuestro castizo turrón… acompañarlo de un buen cava o champagne, o un vino fino o moscatel… Finalmente añadir a quienes ven esto demasiado cursi… que no ha de jugarse precisamente con “cariño”, la intensidad depende de cada uno, pero lo importante es experimentar el control, ver sus reacciones, y disfrutar con las expresiones de no saber qué esperar.
Ese es el momento de demostrarles la felicidad del ser dominante por su buen comportamiento y habilidades como sumiso/a, o bien, por supuesto, dejarles atados y con ganas de más.
Breves ideas, leves provocaciones, pero aquello que se ha de leer entre líneas es un mensaje claro y evidente.
Felices y “juguetonas” Navidades Bedesemeras!!!!!!!!!
Dicha combinación puede ser difícil de conseguir para muchas personas; mientras que el BDSM es una parte importante de nuestras vidas, la Navidad no es normalmente un momento en que se tengan pensamientos “perversos”. Sin embargo, esto puede cambiar ahora, pues hay un montón de ideas y cosas divertidas que se pueden combinar para mantener y disfrutar de esa relación BDSM en estas fechas.
Por ejemplo, no hay nada más divertido que ver a un sumiso/a retorcerse sensualmente; mejor aún verlos retorcerse en público, de forma pseudos-sádica. El placer de ver sus leves espasmos, con el conocimiento privado del motivo, resulta excitante. Nada mejor para ello que obligarle a usar ropa interior vibradora u otros dispositivos similares que inundan el mercado, manteniendo el control del mismo con el mando a distancia. Darles un pequeño zumbido o una larga vibración cada vez que se desee, durante un almuerzo, mientras se escoge un regalo de Navidad para un familiar o amigo, o en esa velada de risas y buena compañía.Muchas parejas que participan del BDSM suelen disfrutar con el control y negación del orgasmo del dominante a su sumiso/a, gobernando su clímax… y no hay mejor lugar que en público!!! Es probable que el sumiso/a haga todo lo posible por no tener un orgasmo en medio de El Corte Inglés o en una reunión social, siendo una gran excusa para construir su autocontrol.Otra gran idea es jugar con las sensaciones, una de las actividades más populares del BDSM. Se puede adaptar el nivel del juego según las necesidades, ofreciendo sensaciones físicas distintas, jugar con plumas, frío y calor, texturas, y probablemente relegando los latigazos y azotes a otras ocasiones, y centrarse en lo inesperado; agregar una venda a los ojos y sumergirse en la sensación del cautiverio. También una escapada temática puede ser maravillosa para sentir plenamente la dominación y la servidumbre. Pese a la idea de cosquillas con plumas y castigar la piel de múltiples maneras, en esas veladas hay que aprovechar para experimentar algo más “navideño”.
Esencialmente, cualquier cosa puede ser colocada en la boca de los sumisos, dependiendo del dominante su alimentación… galletitas de azúcar, pastel de frutas, o nuestro castizo turrón… acompañarlo de un buen cava o champagne, o un vino fino o moscatel… Finalmente añadir a quienes ven esto demasiado cursi… que no ha de jugarse precisamente con “cariño”, la intensidad depende de cada uno, pero lo importante es experimentar el control, ver sus reacciones, y disfrutar con las expresiones de no saber qué esperar.Ese es el momento de demostrarles la felicidad del ser dominante por su buen comportamiento y habilidades como sumiso/a, o bien, por supuesto, dejarles atados y con ganas de más.
Breves ideas, leves provocaciones, pero aquello que se ha de leer entre líneas es un mensaje claro y evidente.
Felices y “juguetonas” Navidades Bedesemeras!!!!!!!!!
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Nota: Las imágenes que acompañan esta entrada son ilustraciones obtenidas de la RED.
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