Relato nº 5 (TEOFILO)

Suena el móvil y se oye la voz de mi AMA:

- Acude a la sex shop de la avenida Valencia. Quiero que estés allí en media hora.- Sí, SEÑORA, a SUS pies, SEÑORA.

Yo en ese momento iba camino de las tiendas para hacer las compras diarias, pero pensé que sería mejor cenar algo congelado y obedecer a mi AMA. Así que cambié de rumbo y me dirigí al lugar de encuentro. Llegué un poco antes de lo ordenado y esperé. Pero a la hora determinada no apareció mi AMA, sin embargo volvió a sonar el móvil:

- Entra y cómprate unas pinzas. Quiero que sean Las Pinzas Para Pezones Wireless. El número de catálogo es SKU.- Muy bien SEÑORA, a SUS pies, SEÑORA.- ¡Espera!-¿Sí, SEÑORA?- Cuando entres hazlo con la cabeza agachada, recuerda tu condición de hombre inferior a la mujer. Así que respeta a todas la mujeres que haya dentro de la tienda. ¿¡Está claro, esclavo!?- Sí, SEÑORA, a SUS pies, SEÑORA.

Entré con la cabeza gacha como mi AMA me había ordenado, la tienda estaba vacía, y me dirigí a la sección de sado, busqué las pinzas en cuestión y no las encontré. Tuve que preguntar a la tendera:

-Hola, buenas. Estaba buscando unas pinzas en concreto...- Bien, ¿y qué pinzas son esas?-Pues según tengo entendido, se llaman Pinzas Para Pezones Wireless. ¿Las conoces?-Pues así por ese nombre, no. ¿Tienes alguna otra reseña?-Sí, mira. Búscalo por el número de catálogo, es el SKU.
Voló hacía mi tremendo bofetón en la cara. Yo me quedé cariacontecido, no sabía que ocurría, una chica me arreaba un guantazo así por la buenas, tuve el impulso de agarrarla por el brazo. Pero al unísono del guantazo dijo ella:

-¿Quién te has creído que eres, esclavo? ¡Dando órdenes a una mujer!

Y me volvió a cruzar la cara.

-Ya no tenías bastante con no tratarme de usted, ¿sino que además te atreves a darme órdenes?-A ver tía, puedo tener tendencia sado pero eso no te derech...-¡Silencio perro! tu AMA te ha ordenado que seas respetuoso con todas las mujeres que haya en la tienda, ¿no es así?

Entonces lo entendí todo y callé de repente, con la cabeza agachada. Entendí el por qué de esta precisa tienda, y el por qué de ese preciso artículo que ni siquiera debía de existir y cuyo número de catálogo debía de ser una contraseña para que la SEÑORA tendera supiera que yo era el sumiso de mi AMA.Me cayó un tercer bofetón.
-¿Qué haces ahí parado como un pasmarote? Adora mis pies.
Temí que alguien pudiera entrar, pero me arrodillé y obedecí. Llevaba sandalias y sus uñas eran de color carmín. Deliciosas.

-Tu AMA ya me ha hablado de ti, y sé perfectamente qué es lo que un perro como tú necesita para aprender a comportarse como un buen esclavo. Sígueme.

Me levanté y la seguí. De repente, se paró y se volvió. Me paré yo también frente a ella, cuando me abrazo por los codos y me propinó una patada en mis partes con su rodilla.

-¿Te he ordenado que te levantaras?

Me quedé doblado casi sin respiración.

- No, SEÑORA. Perdón, SEÑORA.

Y me arrodillé. La seguí de rodillas y dolorido de la patada. Me metió en el almacén. Vendó mis ojos y me mandó bajarme los pantalones y el calzoncillo. Yo me los puse a la altura de las rodillas y seguí postrado. Entonces noté que daba unos pasos, se ponía detrás de mi y noté en el culo un lubricante. Yo ya sabía lo que tocaba, a mi AMA le gusta que cuando me lubrica el ano, yo me lo ensanche adoptando una postura receptiva. Me puse a cuarto patas y después me postré de rodillas con la cabeza en el suelo y mis manos ensanchándome el culo.

-Perfecto. Dijo la SEÑORA tendera.

E introdujo un consolador de anillos. Noté cada anillo entrando y empecé a sudar.

-Listo, a ver si ahora aprendes a comportarte como un buen sumiso y empiezas a respetar a todas las mujeres, sin excepción. Recuerda que somos superiores al hombre. Vosotros solo sois un accesorio para nosotras. Debéis obedecernos, siempre en todo, ¿has entendido, perro?

- Sí, SEÑORA.

Me quitó la venda.

-Ya puedes levantarte, vístete y sígueme al mostrador. Haz siempre lo que yo te diga, ¿has entendido? De no hacerlo pondré al tanto de tu comportamiento a tu AMA, y tendrá que atenerte a las consecuencias.- Sí, SEÑORA.

Cuando volvimos ya había más clientes en la tienda. Y ya en el mostrador, dijo:

- Son 100€-Perdón, No llevo tanto dinero encima...-Olvidé llamarle SEÑORA y casi me mata con la mirada- SEÑORA- Dame lo que lleves y el resto me lo pagas otro día.
Supuse que ese dinero era en concepto de tributo a la SEÑORA tendera y le di todo el dinero que llevaba para pagar la compra diaria.
- Ya puedes irte.- A SUS pi...

Y me hizo un gesto de silencio. Supongo que no quería que le dijera a SUS pies delante de más gente. Lo cual a mi me alivió un poco. Al fin salí de la tienda enculado y sudoroso. Momento en el cual volvió a sonar el móvil:

- A SUS pies mi AMA.- Ya me ha contado mi amiga que no te has portado bien. ¿cuándo aprenderás a acatar mis órdenes y a comportarte según tu condición?- Lo siento, mi AMA, yo no sabía.- Tú nunca sabes nada, perro. Espera a que te tenga aquí, entonces verás lo que es bueno.

Yo me esfuerzo por que aprendas a comportarte, y tú , ¿cómo me lo agradeces?- Seguiré esforzándome, SEÑORA; se lo aseguro. Deme otra oportunidad.- ¿Otra oportunidad? ¿Por qué debiera darle otra oportunidad a un perro que no sabe obedecer?- Se lo suplico, SEÑORA. no le fallaré. Si quiere ahora mismo me pongo a lamer el suelo en la calle. Me da igual la gente que me pueda ver, yo le pertenezco y soy feliz estando bajo su yugo.- Está bien, perro, Veremos si esta vez estás a la altura de mis expectativas.- Gracias, SEÑORA, verá como no le decepciono.- Ve a hacer la compra que pensabas hacer.

Mi AMA sabía que yo iba a comprar en el mismo momento en el que me llamó por primera vez. Claro, sigo siempre ese horario, pero me encanta que ella me conozca tan minuciosamente y cuide tanto los detalles. Me hace sentirme confortable, como si alguien siempre estuviera cuidando de mi.

- Pero no tengo dinero, SEÑORA. Se lo di todo a la SEÑORA tendera, porque así me lo exigió.- Lo sé, pero una de las cajeras de tu supermercado también es amiga mía. Ella te dará las instrucciones. Espero que no cometas el mismo error que antes, ok?- Sí, SEÑORA, no se preocupe, me dirigiré a ella de usted.Irás a la caja número nueve, pasarás toda la compra, y cuando te diga el importe, tú le contestarás le contestarás en voz alta y clara que eres el sumiso nº5 del AMA y le besarás las manos, ok? Entonces ella te dejará pasar sin pagar nada... de momento, lo pagarás todo con tus carnes más adelante.- Así, lo haré, SEÑORA, pero la gent...

Y colgó.

Llegué al supermercado de siempre, no me podía creer que mi AMA se hubiera hecho amiga de una cajera para someterme de esta manera o si ya la conocía de antes y planearon todo esto juntas...

Hice todas mis compras, sin quitarme de la cabeza la situación de la sex shop y el hecho de estar enculado, a parte de lo que me esperaba al ir a pagar. A buen seguro que habría gente en la fila, y tendría que tratar de usted a la cajera y al pagar decirle en voz alta que soy el esclavo nº5 del AMA y besarle las manos... ¿qué pensaría la gente? Conozco a todas las cajeras, ¿Cuál de ellas sería dómina sin saberlo yo? Es muy probable que en la fila de la caja haya algún vecino, qué vergüenza. Pero ya le había fallado a mi AMA una vez, no podía volver a fallar. Además yo sé que ella siempre vela por mi. Obedeceré y punto. Mi AMA sabe qué es lo mejor para mi.

Con esos pensamientos llegué a la fila de la caja, y tal y como yo esperaba, la señorita de la caja número cinco la conocía de haberla visto otras muchas veces comprando era joven, de ojos negros y grandes, muy española ella y guapa también. Mientras me acercabaiba mirando a la gente de la fila, por si había algún conocido. Estaba horrorizado. Pero llegado el momento me olvidé de todo y empecé a pasar la compra saludando a la cajera:

- Buenas tardes, SEÑORA.

Creo que con ese saludo pudo intuir quién era yo, no creo que muchos clientes saluden así a una cajera... aunque debieran, sobre todo si son hombres.

Cuando empecé a pasar la compra me temblaban las piernas, y empecé a sudar como un cerdito, y justo en ese momento, noté que mi consolador vibraba. ¿Pero cómo podía ser? Me estoy volviendo loco? No, era el consolador-vibrador que me había metida el AMA tendera, al parecer se accionaba a distancia, y alguien lo controlaba. Mis piernas empezaban a fallarme, estaba siendo follado a distancia, por sabe Dios quién en la fila del supermercado, y encima iba a tener que decir en voz alta que soy sumiso y besarle las manos a la cajera... creéa que me moría de la vergüenza, del temblor del consolador... y de placer. Justo entonces cuando iba a terminaar de pasar la compra, sonó mi móvil, de nuevo era mi AMA:

- Di que te has olvidado algo y ve a la sección de congelados. Colgó y paró el vibrador.Dije yo entonces:- Perdón SEÑORA, he olvidado algo, puedo volver en un momento.- Vale, que pase el siguiente.

No tenía ni idea de lo que me esperaba en la sección de congelados, ¿qué nueva sorpresa me daría ahora mi AMA? Fui raudo apoderado por la curiosidad. Y cuando llegué, ahí estaba ELLA. Impresionante, majestuosa, hermosa... sin palabras.
- A SUS pies, SEÑORA, E hice el amago de besarle los pies - Aquí no, perro. ¿no ves que estamos en público? Toma el dinero y ve a pagar ya, di que no has encontrado lo que buscabas.

Mi AMA es increíble, ELLA y solo ELLA es capaz de provocar en mi todos esos sentimientos, de vergüenza, miedo, y seguridad, confort y placer a la vez. Con esos pensamientos volví a la caja y pagué, no sin antes despedirme:

- Que pasé una buena tarde, SEÑORA.- Gracias, caballero. Me contestó la cajera casi extrañada. Claro, la cajera no estaba compinchada, mi AMA, simplemente quería ponerme a prueba una vez más. Y creo que estuve a la altura de SUS expectativas, pero eso ya me lo haría saber la siguiente vez que ella me requiera para una sesión.

Volví a casa andando, y antes de llegar una vez más me llamó mi AMA:- A SUS pies, mi AMA.- Te felicito, te has portado bien. Cuando llegues a casa abre el buzón y coje lo que haya dentro.- Gracias SEÑORA, Así lo haré SEÑORA, a SUS pies, SEÑORA. Y colgamos.

Al llegar a casa había un aparato electrónico. Lo cogí y subí al piso. Dejé la compra me puse cómodo, y llamé a mi AMA, sabía que ella estaba esperando a que la llamara para preguntar por el aparatito ese.

- A SUS pies, SEÑORA.-¿Ya estás en casa?-Si, SEÑORA.- ¿Has hecho lo que te he dicho?- Sí, SEÑORA.- Bien, dale al botón. Así lo hice e inmediatamente noté un temblor en mi culo. Era el accionador del consolador.- ¿Qué sientes, perro?- SEÑORA, me siento como una perra en celo que la follan bien duro y ella disfruta.- Bien putita, así me gusta, que seas bien cachonda delante de mi. ¿Estás vestido?- Sí, SEÑORA.- Desnúdate- Ya estoy desnudo, SEÑORA.- ¡De rodillas!- Estoy de rodillas ante USTED, SEÑORA.- Bien, así me gusta ¿Y tu polla?- Está erecta, SEÑORA.- ¿Simplemente erecta o erecta como a mi me gusta?- Como a USTED le gusta, SEÑORA.- Bien, menéatela, bien fuerte, dale duro, quiero oírte gozar.
Yo me masturbaba con el brazo fuerte y firme, apretando bien el glande. Y gemía, no podía dejar de gemir, oía la respiración de mi AMA, sabía que ella estaba satisfecha de saberme en esa situación.

- No pares.- Así lo hago, SEÑORA.-¡Córrete YA!

Y me corrí gritando. Fueron cuatro descargas enormes en cantidad y potencia, manché el armario.- ¿Estás bien esclavo?

Tardé en contestar porque tenía que recuperar la respiración.

– Sí SEÑORA; me he corrido, muchas gracias, SEÑORA.

- Está bien, ahora quiero que lo limpies todo y te duches. Y duerme bien porque esto no ha sido nada comparado con lo que te espera mañana, sabes que mereces un castigo por no tratar adecuadamente a las mujeres, ¿entiendes? Debes ser castigado.- Sí, SEÑORA, lo entiendo, yo aceptaré SU castigo, porque lo merezco.- Buenas noches.- A SUS pies, SEÑORA.
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Nota: Las imágenes que acompañan esta entrada son ilustraciones obtenidas de la RED.

2 comentarios:

  1. Enhorabuena Señora, esto relato también me ha encantado.

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  2. No es uno de mis preferidos, pero ciertamente el autor, Teófilo, expresó todo aquello que sentía y deseaba.

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